Languidez: el malestar de esta pandemia
Escrito por Andrea Valladares el mayo 14, 2021
Es una sensación de estancamiento y vacío. Se siente como si uno estuviera pasando los días sin rumbo, mirando la vida a través de un parabrisas empañado. Y podría ser la emoción dominante de 2021.
Al principio, no reconocí los síntomas que todos estábamos experimentando. Mis amigos mencionaban que tenían problemas de concentración. Los colegas informaron que, incluso con las vacunas en el horizonte, no estaban entusiasmados con el año 2021.
Un familiar se quedaba despierto hasta tarde para volver a ver La leyenda del tesoro perdido a pesar de que se sabe la película de memoria. Y yo, en vez de saltar de la cama a las 6 de la mañana, estaba tumbado hasta las 7, jugando Words with Friends.
No era agotamiento: aún teníamos energía. No era depresión: no nos sentíamos desesperados. Solo nos sentíamos sin alegría y sin rumbo. Resulta que hay un nombre para eso: languidecer.
En psicología, pensamos en la salud mental en un espectro que va desde la depresión hasta el florecimiento. El florecimiento es la cima del bienestar: se tiene un fuerte sentido del propósito, del dominio y de importarles a los demás. La depresión es el valle del malestar: te sientes abatido, agotado y sin valor.
La languidez es el hijo ignorado de la salud mental. Es el vacío entre la depresión y el bienestar: la ausencia de bienestar. No tienes síntomas de enfermedad mental, pero tampoco eres la imagen viva de la salud mental.
No estás funcionando a toda máquina. El languidecimiento empaña tu motivación, altera tu capacidad de concentración y triplica las probabilidades de que reduzcas el trabajo. Parece ser más común que la depresión, y en cierto modo puede ser un factor de riesgo mayor para sufrir una enfermedad mental.
Vía: The New York Times (Lea allí el artículo completo).