El ascenso de Domingo García Hindoyan
Escrito por Andrea Valladares el marzo 3, 2022
Cuando escuchamos hablar de Liverpool probablemente lo primero que llega a nuestras mentes sean las imponentes catedrales, su pasión por el fútbol, inmensos festivales o incluso aquella agrupación que nació en un pub: ‘The Beatles‘; pero más allá de todo eso, esta adorable ciudad británica adoptó a un venezolano como digno representante de una de las orquestas más ejemplares no solo de Inglaterra, sino de toda Europa.
El pasado septiembre, @domingo_hindoyan hizo su debut como director titular de la Real Orquesta Filarmónica de Liverpool, siendo el primer latinoamericano en alcanzar este nombramiento, sin embargo, el músico caraqueño asumió la responsabilidad con humildad, reveló cómo pasó de ser un músico autodidacta a un ícono influyente en la comunidad internacional.
“Crecí entre el público, observando cada semana un concierto diferente con directores diferentes, y para mí siempre la figura del director era alguien enigmático. Con el tiempo, siendo músico de orquesta, después de mi adolescencia y formando parte de la Sinfónica Simón Bolívar, mantuve la gran curiosidad de cómo trabaja el director, cómo ensaya, cómo maneja la psicología de la orquesta, cómo gestiona el fraseo musicalmente, la técnica de ensayo e intentaba aprender siendo violinista. Prácticamente me consideraba un pequeño espía”.
El venezolano de 42 años no imaginó entonces que estaba destinado para grandes cosas. “Nunca lo pensé, simplemente me dedico a fondo a mi pasión, me dedico a fondo a lo que estoy haciendo, intento hacerlo de lo mejor posible, de la mejor manera, y así me voy desarrollando con mucha disciplina, mucho trabajo y gran dedicación. después las cosas van saliendo naturalmente”.
Su carrera despegó tras estudiar dirección cuatro años en el conservatorio de Ginebra hasta que recibió los primeros llamados.
Su mayor desafío, hasta ahora, ha sido su reciente nombramiento como director titular de la Filarmónica de Liverpool ya que, para él, el puesto significó mucho más que hacer un buen concierto.
Vía: La Patilla (Lea allí el artículo completo).