“A nuestros amigos y enemigos los buscamos nosotros mismos, pero Dios nos da nuestros vecinos”
Escrito por Andrea Valladares el septiembre 9, 2020
Con esta frase, Chesterton sugiriendo que, al igual que la familia, las personas no eligen su comunidad de origen, sino que es algo que les es dado.
Ahora bien, así como se impone cultivar la convivencia intrafamiliar (un núcleo humano surgido del parentesco y marcado por el afecto), también urge desarrollar las relaciones con otras personas.
Otro pensamiento que parece ir en la misma dirección, es cuando el mismo autor apunta que “La biblia nos enseña a amar al prójimo y a amar a nuestros enemigos; probablemente porque se tratan de la misma gente.
Cuando todo empiece a parecerte abrumador, es buena tarea recurrir al escritor y periodista británico G. K. Cherteston, que supo ver el mundo tal y como es: destapó las paradojas humanas originadas por nuestro malestar colectivo y también las paradojas relacionadas con Dios, que al mismo tiempo nos consuelan, deleitan y sorprenden. Unas pocas líneas de la mano de Chesterton parecen devolver el equilibrio a nuestra razón.