Ermitaño se vacuna
Escrito por Andrea Valladares el agosto 23, 2021
Casi 20 años atrás, Panta Petrovic convirtió el distanciamiento social en su estilo de vida, al mudarse a una pequeña caverna en Serbia para evitar el contacto con la sociedad.
La cueva donde vive Petrovic -ubicada en la montaña de Stara Planina (sur de Serbia)- solo puede ser alcanzada tras una subida empinada, y no es para corazones débiles.
Está equipada con una bañera oxidada que él utiliza como inodoro, algunas bancas y una paca de heno que le sirve de cama.
El año pasado, en una de sus visitas al pueblo, el hombre con trenzas y barba larga descubrió que había una pandemia. Cuando aparecieron las vacunas contra la COVID-19, se inoculó y ahora urge a todos a hacer lo mismo.
El virus «no escoge, vendrá aquí también, a mi caverna», dijo el hombre, de 70 años.
Petrovic proviene del poblado vecino de Pirot, donde trabajó como peón en el mercado negro, como lo hizo en el exterior durante algún tiempo. Se casó varias veces, en un estilo de vida que considera «frenético».
Este amante de la naturaleza descubrió gradualmente que aislarse de la sociedad le brindaba una libertad que no conocía antes.